Ayudando a tu hijo con autismo a socializar: habilidades sociales y juego - Estrategias prácticas desde Cognitivo
- Cognitivo
- 24 jun
- 3 Min. de lectura
Para muchas familias en República Dominicana, uno de los primeros signos que genera preocupación sobre el desarrollo de sus hijos es la forma en que juegan o interactúan con otros. De hecho, un estudio local reveló que el 69% de los padres notó algo “diferente” en la manera de socializar de su hijo antes de los 2 años. En Cognitivo, centro de psicología infantil en Santo Domingo, escuchamos frecuentemente frases como: “Mi hijo prefiere jugar solo”, “no sabe compartir” o “no se interesa por otros niños”.
Estas conductas, comunes en muchos niños dentro del Trastorno del Espectro Autista (TEA), no deben ser vistas como una falta de interés social, sino como una dificultad para interpretar y responder a los estímulos sociales. Este artículo ofrece estrategias concretas para acompañar a tu hijo en el desarrollo de sus habilidades sociales, desde el juego compartido hasta la creación de entornos más comprensivos y menos aislantes.

¿Por qué a los niños con autismo les cuesta socializar?
La socialización implica un conjunto complejo de habilidades: contacto visual, turnarse, comprender emociones, interpretar gestos, respetar turnos y tolerar frustraciones. En los niños con TEA, estas habilidades pueden desarrollarse a un ritmo distinto debido a:
Dificultades en la comunicación verbal y no verbal.
Preferencia por rutinas o juegos repetitivos.
Hipersensibilidad a estímulos sensoriales (ruido, contacto físico, aglomeraciones).
Baja motivación para interactuar si no hay un propósito claro o conocido.
Déficits en la teoría de la mente (dificultad para entender que los demás tienen pensamientos y emociones diferentes).
Estrategias prácticas desde Cognitivo
En nuestro centro, implementamos terapias que combinan el juego, la interacción guiada y la participación familiar. Aquí algunas estrategias que puedes aplicar en casa o reforzar en nuestras sesiones:
1. Modela el juego compartido
Los niños con TEA aprenden mejor cuando ven a otros hacerlo. Juega tú primero con un juguete y luego invita a tu hijo: “Ahora tú, después yo”. Puedes usar títeres o muñecos para representar interacciones sociales sencillas.
2. Utiliza juegos estructurados por turnos
Juegos como bloques de construcción, burbujas, pelotas o turnos con tarjetas ayudan a introducir la idea de “esperar”, “mirar al otro” y “reaccionar”. Inicia con una rutina breve (dos turnos) y aumenta progresivamente.
3. Introduce pictogramas de emociones y acciones
En Cognitivo usamos tarjetas visuales con emociones básicas (feliz, triste, molesto, sorprendido) para enseñar al niño a reconocer sus emociones y las de los demás. También usamos pictogramas con acciones sociales como “saludar”, “ofrecer”, “pedir ayuda”.
4. Fomenta interacciones cortas pero frecuentes
No esperes una tarde completa de juego compartido. Busca momentos breves pero exitosos: invitar a un primo al parque, coincidir con un niño conocido por 10 minutos, o jugar de forma paralela primero, y luego cooperativa.
5. Explícale a los demás qué es el autismo
Educar al entorno es clave para reducir el aislamiento. En Cognitivo orientamos a las familias para explicar a hermanos, primos, compañeros y maestros qué significa tener autismo. Esto fomenta empatía y previene burlas o malentendidos.
6. Organiza grupos de juego inclusivos
Puedes comenzar con un grupo pequeño de niños, bajo la guía de un adulto, con juegos adaptados a todos. En Cognitivo ayudamos a organizar y acompañar estos grupos, diseñando actividades que favorezcan el contacto visual, la cooperación y el refuerzo positivo.
Juegos recomendados por nuestro equipo
Pelota por turnos: lanzar y esperar turno mejora la atención conjunta.
Juegos de causa-efecto: como presionar un botón que enciende una luz o hace un sonido, promueven la intención comunicativa.
Imitación de movimientos: juegos de “haz lo que yo hago” con música, palmas o baile.
Construcción en equipo: armar juntos una torre o un rompecabezas refuerza la colaboración.
¿Cómo saber si mi hijo necesita apoyo profesional en esta área?
Consulta con un especialista si:
Tu hijo evita constantemente a otros niños.
No sabe cómo iniciar un juego o no responde cuando lo invitan.
Tiene crisis cuando está en grupo o en ambientes nuevos.
No expresa emociones o parece no notar las de los demás.
En Cognitivo contamos con terapeutas especializados en desarrollo social y juego terapéutico. Además de trabajar con el niño, involucramos a los padres en cada etapa.
Las habilidades sociales no surgen automáticamente: se enseñan, se modelan y se refuerzan. Para un niño con autismo, cada paso en esa dirección representa un logro que vale la pena celebrar.
En Cognitivo, estamos comprometidos con acompañarte en este proceso. Agenda tu cita hoy y descubre cómo podemos ayudarte a construir un entorno más comprensivo, alegre y conectado para tu hijo y tu familia.
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