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“Un mundo de posibilidades: ¡Acompaña a tu hijo con autismo hacia su máximo potencial!”

Foto del escritor: CognitivoCognitivo

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) abarca un amplio abanico de desafíos que pueden incluir la comunicación, la interacción social y ciertos patrones de comportamiento. Cada niño dentro del espectro presenta rasgos y habilidades únicas, por lo que resulta esencial contar con un abordaje individualizado y multidisciplinario. Con el acompañamiento adecuado, muchos niños con autismo logran una integración social y académica satisfactoria.




Características comunes del TEA

  • Dificultades en la comunicación: Retraso en el habla, comprensión limitada de las expresiones no verbales o uso repetitivo de frases.

  • Intereses restringidos: Fijación intensa en temas o actividades específicas, con poca flexibilidad para variar.

  • Comportamientos repetitivos: Movimientos autogenerados (aleteo, balanceo) o insistencia en rutinas invariables.

  • Hipersensibilidad sensorial: Rechazo o malestar ante ciertos sonidos, luces, texturas o contacto físico.

¿Cómo ayudar a un niño con autismo?

  1. Evaluación integral: Un equipo conformado por psicólogos, terapeutas ocupacionales y del habla evalúa al niño para delinear un perfil de habilidades y áreas de apoyo.

  2. Intervención basada en evidencia: Entre las metodologías más efectivas se encuentra el Análisis de Conducta Aplicado (ABA), que se centra en reforzar conductas positivas y reducir las conductas inadaptadas.

  3. Trabajo en equipo: La participación de padres, maestros y cuidadores es fundamental para mantener la coherencia de los aprendizajes y las rutinas.

  4. Adaptaciones en el entorno: Se pueden hacer ajustes sensoriales (ruido, iluminación), así como estrategias visuales (horarios, secuencias de pasos) para facilitar la comprensión.

Ejemplo de intervención en RD

En un centro de psicología infantil de la República Dominicana, un niño con autismo de 4 años puede recibir sesiones de terapia del habla dos veces por semana, complementadas con terapia ocupacional para mejorar habilidades motoras y de integración sensorial. Simultáneamente, los padres aprenden técnicas de comunicación visual (como pictogramas) para fortalecer en casa lo que se trabaja en el centro.

Por qué es tan importante la intervención temprana

  • Mayor progreso: Cuanto antes se identifiquen y aborden las necesidades del niño, mayor es la posibilidad de que adquiera habilidades sociales y comunicativas.

  • Reducción de comportamientos desafiantes: Un abordaje efectivo y consistente desde los primeros años disminuye la aparición de conductas disruptivas.

  • Mejor calidad de vida para toda la familia: Con la información y el apoyo adecuado, los padres pueden crear un entorno comprensivo y enriquecedor para su hijo.

Conclusión

El autismo no define los límites de un niño, sino que presenta una forma diferente de aprender y experimentar el mundo. Con estrategias específicas, amor y constancia, cada pequeño puede florecer y mostrar sus talentos, encontrando en la familia y en la comunidad los apoyos que necesita para alcanzar su máximo potencial.

Fuentes recomendadas:

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