
Terapia neurocognitiva infantil y juvenil
La terapia neurocognitiva está dirigida a niños, niñas y adolescentes que presentan dificultades en procesos como la atención, la memoria, la planificación, la organización y otras funciones que el cerebro utiliza para aprender y adaptarse al entorno.
​
No se trata solo de “hacer tareas” o de “estudiar más”, sino de entrenar el cerebro para que pueda procesar mejor la información, concentrarse, organizarse y responder de forma más eficaz en la escuela y en la vida diaria.
​
En Cognitivo acompañamos a niños y adolescentes que se distraen fácilmente, olvidan lo que acaban de aprender, les cuesta organizar sus trabajos o seguir instrucciones, y a familias que sienten que su hijo/a “tiene capacidad, pero no la logra demostrar”.
Terapia neurocognitiva infantil y juvenil
Es recomendable considerar una evaluación y posible terapia neurocognitiva cuando:
-
Tu hijo/a se esfuerza, pero los resultados escolares no reflejan ese esfuerzo.
-
Muestra dificultades de atención y concentración, incluso en actividades que le gustan.
-
Olvida con facilidad lo que acaba de estudiar o lo que le acaban de explicar.
-
Tiene problemas para organizar su tiempo, sus tareas o su material escolar.
-
Le cuesta seguir instrucciones de varios pasos o se pierde en secuencias.
-
Se bloquea ante exámenes o trabajos, aun habiendo estudiado.
-
Presenta diagnósticos como TDAH, dificultades de aprendizaje, trastornos del neurodesarrollo u otras condiciones donde las funciones ejecutivas y la atención se ven afectadas.
Si sientes que tu hijo/a “podría dar mucho más, pero algo le frena”, la terapia neurocognitiva puede ser una herramienta clave para desbloquear ese potencial.
Terapia neurocognitiva para niños y adolescentes con dificultades de atención, organización y memoria, reforzando las bases del aprendizaje y la autonomía.
¿Qué trabajamos en la terapia neurocognitiva?
La terapia neurocognitiva se centra en fortalecer las funciones cognitivas que permiten aprender, planificar, regular la conducta y adaptarse a diferentes situaciones. Entre las áreas más importantes se encuentran:
​
1. Atención
-
Le cuesta concentrarse durante las clases o tareas.
-
Se distrae con cualquier estímulo (ruidos, movimientos, conversaciones).
-
Tiene dificultad para mantener la atención durante el tiempo suficiente.
Trabajamos diferentes tipos de atención: sostenida, selectiva, dividida y alternante, con ejercicios adaptados a su edad y nivel.
2. Memoria
-
Se le olvida lo que acaba de estudiar.
-
No recuerda instrucciones sencillas o secuencias de pasos.
-
Le cuesta retener información para los exámenes o trabajos.
Se entrenan la memoria de trabajo, memoria a corto plazo y memoria a largo plazo, usando materiales y estrategias que luego pueden aplicarse al estudio.
3. Funciones ejecutivas
-
Le cuesta organizar su mochila, su escritorio o sus tareas.
-
Tiene problemas para planificar, priorizar y terminar proyectos.
-
Le cuesta iniciar actividades o cambiar de una tarea a otra.
Las funciones ejecutivas son como el “director de orquesta” del cerebro. En terapia neurocognitiva se trabajan habilidades como la planificación, el control inhibitorio, la flexibilidad cognitiva y la toma de decisiones.
4. Velocidad de procesamiento
-
Tarda mucho en completar ejercicios o exámenes.
-
Necesita más tiempo que otros niños para entender y responder.
-
A veces parece “lento” en clase, aunque comprende cuando se le da tiempo.
Se busca mejorar la rapidez con la que procesa la información, sin sacrificar la calidad ni la comprensión.
5. Habilidades visoespaciales y visoconstructivas
-
Dificultad para copiar figuras, dibujos o gráficos.
-
Problemas para orientarse en el espacio (mapas, direcciones, posiciones).
-
Dificultades en materias como geometría o en actividades que requieren coordinar vista y mano.
Se realizan ejercicios que fortalecen la percepción visual, la organización espacial y la coordinación visomotora.





